sábado, 7 de enero de 2012

El reto de la cronicidad: interesante estrategia en Euskadi



El reto de la cronicidad en euskadi

Los enfermos crónicos no están en el radar del sistema de salud. Esto es así porque desde hace décadas el sistema se ha construido con una lógica de rescate, de salvar vidas y por ello está centrado en las enfermedades agudas. Ante el avance de las enfermedades crónicas es necesario complementar ese sistema con uno que razone tanto en términos de cuidar como de curar, uno que ofrezca continuidad de cuidados a lo largo de una vida, con el potencial añadido de prevenir hospitalizaciones innecesarias y reducir costes.
En las próximas dos décadas el 26% de los vascos, los baby boomers, formarán parte de los mayores de 65 años. Nuestra sociedad debe prepararse por primera vez a una situación en la que los que hoy tienen 50 años deberán cuidar a sus padres más tiempo del que han cuidado a sus hijos. Sin grandes cambios en nuestras políticas sociales y en nuestros conceptos sobre el envejecimiento, no será posible enfrentarnos a la coyuntura social actual.
Este documento propone qué hacer y cómo avanzar en esa dirección en Euskadi.
La medicina y las biociencias de las próximas décadas traerán nuevos descubrimientos. Muchas de ellas salvarán vidas y serán fundamentales para los enfermos crónicos. Sin embargo, existen otras dos grandes áreas que cambiarán la Sanidad con la misma intensidad que el progreso biomédico y que salvarán también muchas vidas y serán fundamentales para los enfermos crónicos. Se trata de los avances en tecnologías de la información y en la organización de servicios.
La Estrategia recogida en este texto da el mismo valor a estos avances que al progreso biomédico, señalando que la biociencia en si misma es insuficiente para afrontar el reto de la cronicidad en nuestras sociedades.
No se propone ninguna varita mágica, sino un progreso organizado tirando de múltiples poleas de cambio. No es suficiente modificar sólo el sistema de incentivos. Además, se requerirá invertir en tecnologías de la información, educar a los pacientes a gestionar su enfermedad, a promover una medicina mejor, basada en la evidencia e integrar los cuidados de atención primaria, hospitalaria y sociales. Es necesario mover todas estas poleas a la vez. Su activación organizada conforma una batería de herramientas necesarias para producir el cambio necesario. Se presentan aquí como intervenciones estratégicas que nos permitirán afrontar el reto más complejo e importante de las últimas décadas: organizar un sistema de salud digno para los enfermos crónicos, el reto más importante del Siglo XXI.
Por otro lado, es necesario cambiar ciertos conceptos de gestión y de liderazgo. No será posible mejorar el sistema enfocándose sólo en el rendimiento interno de la organizaciones asistenciales. La mejora de la coordinación entre ellas es aún más importante. La atención primaria, los hospitales y los servicios sociales son interdependientes. Es necesario encontrar formas más colaborativas y coordinadas entre si. Es en esa colaboración en la que se encuentran las mejoras para los enfermos crónicos y en la que se identifican los grandes márgenes de eficiencia que permitirán lograr la sostenibilidad del sistema de salud. Para ello será necesario dejar de gestionar estructuras y aprender a gestionar sistemas integrados de salud, especialmente en el ámbito local.
Nada de esto se logrará ejerciendo el mismo tipo de liderazgo que en el pasado. La complejidad del cambio exige desarrollar en esta década un liderazgo diferente en la Sanidad. Con el fin de lograr el alineamiento necesario entre el ámbito operativo local y el corporativo, se apuesta por un liderazgo más distribuido, en el que los directivos centrales creen condiciones para fomentar la innovación organizativa de forma emergente por los profesionales de la salud y los directivos locales. Es en ese ámbito local en el que se encontrarán las principales innovaciones necesarias para los enfermos crónicos. Es en ese nivel en el que hay que activar el radar.
Rafael BengoaConsejero de Sanidad y ConsumoGobierno Vasco

La Secretaría de Estado de Igualdad entrega un avance de los datos más relevantes de la Macroencuesta sobre violencia de género 2011 - Instituto Asturiano de la Mujer. IAM.

La Secretaría de Estado de Igualdad entrega un avance de los datos más relevantes de la Macroencuesta sobre violencia de género 2011 - Instituto Asturiano de la Mujer. IAM.

La Secretaría de Estado de Igualdad entrega un avance de los datos más relevantes de la Macroencuesta sobre violencia de género 2011 - Instituto Asturiano de la Mujer. IAM.






El sondeo refleja un incremento del 85,7 por ciento de mujeres que salen de la violencia de género, que casi 600.000 mujeres reconocen una situación de maltrato en el último año, y que 840.000 menores han estado expuestos a la violencia.
AmecoPress.
La Secretaría de Estado de Igualdad ha dado a conocer los datos más significativos de la Macroencuesta sobre violencia de género 2011 realizada por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género que se hará pública en próximas fechas.
El sondeo refleja un mayor posicionamiento crítico por parte de las mujeres al reconocerse como víctimas e identificar comportamientos violentos, y un incremento significativo, el 85,7 por ciento, de aquellas que salen de la violencia. Este porcentaje es el resultado de la diferencia entre aquellas mujeres que han sufrido violencia alguna vez en su vida pero no en el último año. En la macroencuesta de 2006 eran el 4,2 por ciento y en 2011 el porcentaje de las que salen de ese entorno violento asciende hasta el 7,8 por ciento.
Para establecer la magnitud de la violencia de género en España, el Instituto de la Mujer promovió tres macroencuestas anteriores correspondientes a los años 1999, 2002 y 2006. La serie continúa con la de 2011 realizada en esta ocasión en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). A diferencia de las anteriores, elaboradas con entrevistas telefónicas, en esta ocasión las entrevistas han sido presenciales, sobre una muestra de 8.000 mujeres de entre 18 y más de 65 años.
De esta encuesta se desprende, que el 89,2 por ciento de las mujeres no han sufrido maltrato nunca. Del 10,8 por ciento que han sido víctimas alguna vez en su vida, el 3 por ciento lo ha sido en el último año. Estos porcentajes equivalen a que, en la actualidad casi 600.000 mujeres están en situación de maltrato de las 2.134.000 que lo han sufrido alguna vez en la vida. Y de ellas, el 7,8 por ciento, es decir, 1.541.000 han salido de esa situación. Esta circunstancia es la que más se ha incrementado en los últimos años, concretamente un 85’7 por ciento respecto a 2006, lo cual indica la reacción de las mujeres y de la sociedad para salir de la violencia.
El incremento de mujeres que reconocen ser o haber sido víctimas de violencia de género, responde, según ha explicado la secretaria de Estado de Igualdad, Laura Seara, a un mayor reconocimiento de las situaciones que constituyen violencia de género como “paso necesario a la hora de tomar la decisión de reaccionar a la violencia y denunciar”.
Mujeres maltratadas
Por otro lado, en este año la tasa de homicidios respecto a las mujeres que han declarado ser maltratadas en el último año disminuye en un 33,27 por ciento respecto a 2006. El delegado del Gobierno, Miguel Lorente, ha destacado que “los datos muestran que la sociedad está cambiando, que esos cambios están reduciendo la violencia de género, y que las políticas e iniciativas puestas en marcha están ayudando a la erradicación de la VG. Ahora más que nunca debemos continuar trabajando desde la unidad”.
En ese sentido, también se ha referido a otro de los datos recogidos en la macroencuesta y que refleja el porcentaje de víctimas que se decidieron a denunciar: entre las mujeres que sufrieron maltrato y han salido de él, denunciaron un 26’6 por ciento y entre las que lo sufren actualmente ese porcentaje asciende hasta el 29’7 por ciento. La comparación entre ambos datos indica que actualmente se denuncia más, aunque ha sido la separación de su agresor la forma en que mayoritariamente han dejado atrás la violencia.
Igualmente, Seara ha destacado el incremento de mujeres que han salido de la violencia y ha apuntado el mensaje de que “la violencia no es una cadena perpetua, la violencia se supera, hay otras mujeres que lo han logrado, que lo están logrando. Y ahora no tienen que hacerlo solas”.
Menores
La proporción de mujeres víctimas de violencia de género que tienen hijos o hijas es del 77 por ciento y la media de hijos e hijas menores por mujer maltratada es de 2. La macroencuesta extrapola los datos y cifra en 840.000 los menores que han estado expuestos a la violencia en el último año y en 517.000 los hijos e hijas que han sufrido agresiones físicas directas dentro de un contexto de violencia de género.